Blanqueamiento Dental ¿Que es? ¿Como se Realiza?

El blanqueamiento dental se describe como un “aclaramiento” de los dientes, alcanzando resultados distintos en cada paciente que dependen de la intensidad de la pigmentación, de la causa de las tinciones y del procedimiento a seguir. Existen, a grandes rasgos, dos opciones de blanqueamiento dental: en clínica y en el hogar.

El blanqueamiento dental en clínica 

Los resultados más rápidos son los con agentes oxidantes de mayor concentración, algunos activados por fuentes de luz como laser o LED. Estudios muestran que en algunos pacientes es necesario realizar 2 o 3 sesiones para obtener buenos resultados en el blanqueamiento dental.
Con el sistema de luz halógena con arco de plasma se coloca el gel blanqueador en unas fundas plásticas y luego se aplica el calor, por lo que es necesario proteger las encías para evitar posibles quemaduras.
Tanto la luz halógena como el láser ayudan a acelerar la reacción química facilitando la penetración de la sustancia blanqueadora en el diente. Con el sistema láser es necesario proteger las encías, los labios y los ojos, para evitar quemaduras, ya que el láser eleva la temperatura del material colocado sobre el diente hasta los 60º C.
Siguiendo estas recomendaciones y manteniendo una correcta higiene bucal, el color obtenido tras el blanqueamiento puede mantenerse durante 2 ó 4 años, dependiendo de   cada paciente, de la calidad de sus dientes, del color base que tengan, del tipo de tinción que los afectara y de los cuidados que tenga.


El blanqueamiento dental en el hogar. 

Si lo va a realizar en su propio hogar debe hacerlo en todo caso bajo la supervisión de su dentista y acudiendo a la consulta una vez por semana.
Para poder aplicar el gel blanqueador el dentista tomará unos moldes de la boca para confeccionar una férula de plástico transparente, que encaje exactamente en cada arcada dental. En estas férulas se coloca el agente blanqueante. El paciente debe usarlas de 3 a 5 horas diarias durante aproximadamente de 12 a 20 días, dependiendo de la intensidad de la coloración de los dientes.
El gel actúa sin efectos perjudiciales para las piezas, ya que se trata de un procedimiento que no debilita los dientes, aunque sí puede causar hipersensibilidad de las piezas o de las encías en la primera hora tras retirar las férulas.
Esta hipersensibilidad se debe a que la glicerina que contiene el gel blanqueador deseca el diente, pero la situación se aliviará con enjuagues que contengan flúor.
No se deben rellenar en exceso con el gel blanqueador para que la encía no sufra irritación ni daño alguno. Al colocar las férulas en la boca se debe eliminar el gel sobrante que refluye, bien con un cepillo de dientes limpio y húmedo o con una gasa estéril. También se aconseja proteger las encías con un poco de vaselina.
Si bien los resultados son más lentos (ya que se utilizan agentes oxidantes de menor concentración), en muchos casos son más satisfactorios que los obtenidos con el otro tipo de tratamiento.


Antes de realizar el blanqueamiento dental es necesario evaluar al paciente, determinando la causa de las pigmentaciones y las alternativas de tratamiento para determinar expectativas reales de los resultados que se pueden alcanzar. Muchas veces es necesario realizar maniobras previas entre las que se encuentran: destartraje (limpieza dental), sellado de restauraciones deficientes y tratamiento de sensibilidad dental.

Es importante saber que el blanqueamiento dental no aclara las restauraciones existentes en los dientes, por lo tanto hay que considerar un recambio de éstas después del blanqueamiento. Además, un porcentaje de pacientes presenta sensibilidad dental a los cambios térmicos durante los primeros días posterior a la terapia de blanqueamiento en clínica, y durante el tratamiento de blanqueamiento en el hogar.

Blanqueadores Utilizados.

Básicamente los blanqueadores utilizados son 2: el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, ambos en concentración variable.


El peróxido de hidrógeno es más potente y eficaz, pero resulta a veces en un exceso de sensibilidad en los dientes tras el tratamiento.

El primero de ellos suele emplearse a concentraciones entre 35 y 38% para realizar blanqueamientos de 1 ó 2 sesiones en la clínica dental. Al ser un agente tan potente, el tratamiento ha de llevarse a cabo en la clínica para controlar su efecto y evitar riesgos; el segundo se emplea a concentraciones entre un 2 y un 10% para un tratamiento ambulatorio (en casa).

El tratamiento en la clínica es eficaz a priori, pero su efecto es poco duradero, ya que la primera sensación de aclaramiento se produce debido a una deshidratación del diente. A los pocos días, el diente se vuelve a hidratar y recupera casi por completo su estado original. Por el contrario, el tratamiento ambulatorio consigue el efecto más paulatinamente, sin embargo su acción puede prolongarse en el tiempo durante años. Lo más efectivo es combinar ambos tratamientos y aplicar dosis de refuerzo cada 2 o 3 años para mantener el resultado.


Comentarios

  1. Excelente el articulo, pero quisiera saber si para realizarse estos procedimientos es necesario estar sin braques o se puede realizar el tratamiento con ellos?
    De Antemano Gracias

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