Injertos Óseos. ¿Que son?

El objetivo de la terapia periodontal es restaurar el tejido enfermo a un estado saludable. Para los tipos más avanzados de la enfermedad periodontal, la cirugía puede ser necesaria con el fin de intentar reconstruir el tejido que ha sido destruido previamente. Este procedimiento se llama regeneración periodontal.

Normalmente, durante la cirugía oral periodontal, el tejido de la encía se abre para exponer el hueso de soporte subyacente dañado. Si el daño es menor, el hueso puede ser suavizado en gran parte como un rasguño en un mueble, digamos que se puede lijar. De esa manera, un dentista crea un suelo liso de hueso para apoyar la alfombra de tejido de las encías la cual se sella al diente. Por desgracia, en etapas más avanzadas, el daño al hueso es tan grave que alisar hacia fuera se convierte en imposible. En estos casos, el dentista va a tratar de rellenar las áreas de destrucción ósea con el nuevo material óseo. Este material, constituido por hueso liofilizado desmineralizado, proporciona un marco para su cuerpo para regenerar su soporte óseo perdido.

Injertos Óseos

Los estudios han demostrado que este material es altamente eficaz en la realización de esta tarea. Además, el material injertado desaparece por completo en menos de un año y se sustituye por la propia estructura de los huesos de su cuerpo.

El material que se utiliza para el injerto de hueso tiene un historial de seguridad extraordinaria. Este material óseo se ha utilizado en periodoncia moderna desde hace más de 30 años, en millones de casos, y en ningún caso se tiene constancia de que se haya transmitido ninguna infección. Algunos dentistas utilizan material óseo que se obtiene de la Cruz Roja y el Banco Interamericano de Tejidos. Este material de hueso alogénico desmineralizado liofilizado se obtiene en condiciones estériles de los donantes cuidadosamente seleccionados.

injerto de hueso dental

Los estudios han demostrado que este material, en su forma liofilizada, prácticamente tiene cero posibilidades de transmitir cualquier partícula viva (tales como la hepatitis o el virus del SIDA). Además, el material se pulveriza a continuación, y se mantiene en alcohol durante 30 minutos (se ha demostrado que el virus del SIDA se mata en 10 minutos con el uso de esta técnica). El material se desmineraliza luego por inmersión en una solución concentrada de ácido clorhídrico durante tres a ocho horas, esta solución mata a los virus y microorganismos presentes.

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